Las estaciones apícolas
Noviembre nos indica que el año está acabando y que cada vez está más cerca. Y como consecuencia significa nuevo calendario que sacar para los que son más organizados, y para los que no…
Hoy queremos hablar de un calendario muy especial e importante para los apicultores y los amantes de las abejas.
Hay que saber de primeras que todos los trabajos en el colmenar están subordinados a las temperaturas, que regulan el desarrollo y floración de las plantas. Por ello es muy importante saber manejar y gestionar las estaciones del año y sus temperaturas ya que el apicultor es un gestor del tiempo. Él se va a encargar de definir un calendario apícola, que supone una labor fundamental de organización que le ayudará a ser mejor profesional.
La idea es simple, crear un calendario para hacer repaso a los trabajos de la apicultura que vas a tener que realizar en los próximos meses.
INVIERNO
En la fecha que estamos toca empezar a hablar del invierno. Esta estación servirá para realizar el trabajo que no se ha hecho durante el año. Si no ha habido tiempo antes, es el momento de completar la extracción de la miel de los cuadros, su decantación y envasado. Una vez etiquetada adecuadamente, estará lista para el consumo o la venta.
Es una buena fecha para vender la miel, existen cantidad de eventos en los que poder promocionarte e intentar vender y ocasiones muy especiales para darle importancia como ingrediente principal.
Pero lo dicho, el invierno es tiempo de hacer los deberes y terminar el año con todo hecho. Miraremos que esté todo en orden para garantizar el bienestar de los enjambres. Si están en una zona de mucho frío puede ser conveniente colocar alzas y separar los panales del suelo. Es el momento de ponernos creativos y si necesitamos estructuras que los resguarden a causa del posible viento, entonces nos pondremos manos a la obra. En cuanto al material que se usará de nuevo en primavera, debe almacenarse en condiciones que garanticen que no acumulará hongos ni humedad y, si es preciso, se le aplicará algún protector natural de los autorizados para el tratamiento de estos problemas.
Por último, no hay que olvidarse de la alimentación. Es preciso aportar algún suplemento ya que algunos núcleos consumen sin dificultad toda la miel que se les deja durante el año.
PRIMAVERA
En primavera, es la estación donde empieza todo el trabajo del apicultor.
Hablamos en pocas palabras de la época cuando el polen y el néctar están en abundancia, la abeja reina elabora miel en cantidad y la colmena se expande. ¡Atención! Es importante tomar nota del estado de las reservas de cada colmena, y prepar el conjunto del colmenar, en caso de que nuestros objetivos lo requieran, para la aplicación de alimentación que sirva para estimular y que nos permita una gran población en el momento adecuado.
Las principales tareas, dependerá mucho del tipo de manejo o la forma de actuar que vayamos a elegir pero podemos resumirlas así: (Listado sacado de la página LA TIENDA DEL APICULTOR).
- Reproducción de colonias (enjambrazón artificial)
- Revisión de colmenas (es fácil encontrarnos con alguna colmena zanganera en está época)
- Trasvase de colonias
- Renovación de cera
- Reestructuración del nido de cria
- Vigilancia de las reservas de polen y miel (sobretodo si las lluvias no permiten el pecoreo)
- Posible tratamiento de enfermedades de la cria (loques) producción de reinas y jalea real
- Aumento de la apertura de la piquera
- Captura de enjambres “naturales”.
- Equilibrado de colonias.
- Revisión de núcleos.
- Colocación de alzas y trampa cazapolen (si queremos recolectar).
- Control de la maleza alrededor de las colmenas.
Y para finalizar esta estación: cata (de según qué floración como podría ser azahar y acacia), se aseguran los abrevaderos, captura de jabardos, etc.
VERANO
Esta estación depende mucho de la zona donde nos encontremos. Podemos estar en una parte donde la estación es muy seca sin floraciones o por el contrario en la alta montaña donde sí que es época de floración.
Una vez revisada la zona, hay que prestarle atención a la ventilación. El interior de las colmenas en estos meses de verano son auténticos hornos con un alto grado de humedad como consecuencia de la evaporación de humedad del néctar. El exceso de temperatura puede derretir los panales, con loa consiguiente muerte de la colonia.
Las actividades que debemos realizar son:
- Cuidar de proteger las colmenas con alguna sombra si no hubiese arbolado u otros medios naturales.
- Control del estado sanitario.
- Control de la vegetación seca alrededor del colmenar.
- Apertura total de la piquera y del fondo, si es posible.
- Cata (si hemos podido encontrar floración, como el girasol).
- Vigilancia de los abrevaderos, que haya en las cercanías agua fresca y limpia para las abejas.
- Alimentación artificial en caso de sequía.
Un signo de falta de ventilación es observar a las abejas “hacer la barba” en la parte frontal de la colmena. ¿Qué significa “hacer barba”? Las abejas adoptan esta actividad en forma de proteger su colmena cuando la temperatura es excesiva, significa salir a su exterior, posándose sobre la parte frontal de la colmena, y por debajo de la misma.
OTOÑO
Llega la última estación para terminar el ciclo. A todos los efectos, es el momento en que se inicia la temporada siguiente. Es una gran oportunidad para permitir a tus colmenas expresar todo su potencial al inicio de la primavera. El inicio del otoño es un excelente momento para evaluar la calidad de las reinas presentes en el colmenar y sopesar el estado sanitario de las colmenas en términos individuales y de los apiarios en términos generales. Esto nos permitirá actuar antes de que sea tarde, y garantizar el aprovechamiento de las floraciones tardías que nos darán algo de polen y néctar. En definitiva significa ahorrar dinero y asegurar una alimentación de alta calidad.
¿Ya habéis pensado en el próximo calendario?
Si eres amante de los animales puedes pasarte por nuestro BLOG para ver más artículos.
¡Nos vemos en diciembre!