Cultiva trigo en tus campos
La actividad agraria requiere de una serie de procesos y cuidados para conseguir los resultados esperados en forma de fruto. El trigo requiere un terreno asentado, mullido, limpio y bien desmenuzado.
Por ello, es importante antes de hablar de la siembra de la preparación del campo.
1. Deshacerse de las malas hierbas
Antes de nada, hay que eliminar la maleza que haya surgido para evitar que entorpezca en la siembra. Es un trabajo que puede costar tiempo para mejorar las condiciones para el trabajo de cultivo.
2. Airear y oxigenar el terreno
Es importante airear las capas profundas, para conseguir el oxígeno adecuado para que las raíces puedan crecer con todas las garantías.
3. Abonar el campo
Esta técnica consigue un sustrato rico que pueda alimentar a las raíces para que germinen en buenas condiciones. Hay diferentes tipos de abono como el orgánico, que dota de nutrientes a la tierra antes de prepararla para la siembra.
Como has podido leer, el suelo y sus características son claves, pero también los agentes externos como el frío, el agua, el sol y el aire.
El momento de la siembra
El trigo de invierno se siembra en otoño y necesita de un largo periodo de bajas temperaturas. Si vives en zonas más frías, te recomendamos que siembre en fechas intermedias. Porque te expones a las heladas.
La siembra debe realizarse en surcos separados a una distancia entre 15-20cm y a una profundidad de 3-6cm. Y se emplea una densidad de 300-4000 semillas/m2.
En cuanto a la siembra, para conseguir un correcto cultivo es recomendable el uso de maquinaria especializada para controlar de forma precisa la profundidad adecuada donde se quiere dejar la semilla.
Pero, para poder usarla se necesita una parcela de extensión suficiente, campos de escasa pendiente y buena preparación del terreno.
Este método de siembra mecanizada presenta varias ventajas:
- Ahorro de semilla entre el 40%
- Uniformidad en la distribución de los surcos
- Establecimiento de la profundidad de siembra
- Permite el laboreo entre líneas
Cómo conclusión, antes de la siembra, si el terreno está muy suelto será conveniente darle un pase de rodillo para comprimir el suelo y, después de la siembra, otro para que la tierra se adhiera bien a la semilla.